Lore & Chronicles


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Extracto de «sel ûr atalbem ûr selak – La gloria de mi padre» por Pylos Cetheus - 2502

Mi nombre es Pylos Cetheus, hijo de Galeus. Como mi padre y el padre de mi padre pasé mis primeros años de vida como minero. Cuando no era más que un chaval de trece años pasé dos años enteros de mi aprendizaje bajo mi padre que estaba a cargo de la excavación en las Raices Primarias con la Compañía de Bravichi Lenardi, el gran artesano Matis, cuya ignorancia es la fuente del tormento de mi vida.

Estaba excavando con mi padre una nueva cámara que tenía una curiosa dimensión simétrica cuando encontró un artefacto. De hecho, fui yo quien golpeó con mi pico contra el cuerpo que emitía un extraño sonido. Mi padre estaba a mi lado incluso antes de que hubiera pensado en llamarle ya que era un sonido que reconoció enseguida de sus tiempos de minero en las tierras antiguas donde muchos artefactos fueron descubiertos bajo su mando. Sólo que este parecía estar en excelentes condiciones y ¡Era por lo menos diez veces más grande que cualquiera de los fragmentos descubiertos con anterioridad!

Mi padre informó a Lenardi del fantástico descubrimiento, pero Lenardi estaba demasiado enfrascado en sus creaciones estéticas y no era el homin para darle la atención que se merecía. De todas maneras, mi padre lo persuadió para que le diese veinticuatro horas para descubrir una porción de la superficie. Trabajamos toda la noche excavando con cuidado y cepillando la suciedad para no arruinar ninguna pulgada de la inscripción. Para cuando llego la mañana habíamos destapado unos diez pies cuadrados y nos alegramos con la idea de que la inscripción por sí sola provocaría suficiente interés como para permitirnos continuar.
He aquí un dibujo que mi padre hizo de ella:




Pero Bravhici lo consideró un mero capricho de la naturaleza y mantuvo ese entusiasmo que raras veces le lleva a uno ver las cosas más maravillosas en las cosas más comunes. Para sostener sus argumento recordó una tarde cuando cruzaba por algunas raíces que desde cierto ángulo adquirían la forma exacta de un mektoub dejando caer su trompa, y un tubérculo que parecía una baldusa. Toda la compañía rió con Bravichi, que haciendo justicia a su raza, era un excelente orador a diferencia de mi padre. Se pronunció un veredicto, el consenso fue que no debíamos perder más de nuestro preciado tiempo, que debíamos seguir adelante con la actual conversión para aliviar la condición de estrechez, ya que homins llegaban de las tierras devastadas por los kitins incluso mientras hablabamos.

Dally Baily, el maestro artesano Tryker, envío a su equipo a instalar el sistema de ventilación, vital para la estabilidad de las paredes, así como las nuevas instalaciones florales. Pero un torpe y gordo trabajador Tryker tropezó e hizo que Dally Baily caminase sobre un panel que mi padre había ordenado específicamente que no debía ser tocado, y al que prestaba especial atención. El maestro Tryker caminó descalzo por el panel, y fue severamente cortado por las increíbles propiedades cortantes del material roto. Se le llevó a los sanadores Zoraï que aliviaron su angustia y luego ¡Le cortaron la pierna! Mientras era transportado vi a mi padre mirando ensimismado a algo que había llamado su atención en el hueco hecho por la caída, dirigió mi mirada con una seña para que lo mantuviese bajo mi capa.

Había huesos, incrustados en un lateral del hueco que continuaba debajo de la pared de la caverna; no cualquier tipo de huesos, ¡Un esqueleto completo que no difería en estatura a un Fyros! Recuerdo cuan irritado y frustrado estaba por llegar a casa y describiendo el voto en su contra a mi madre, le dijo que se iba esa noche de todas maneras para llegar al fondo de aquello, a pesar del usual presentimiento Zoraï. Mi madre trato de calmar amablemente sus nervios, ya que sabía cómo decirle que siempre estaba pensando en su trabajo, nunca en cosas románticas y en su familia.

Más tarde durante la noche, mientras los demás dormían, abrí mis ojos mientras mi padre me atusaba el pelo: "¡Despierta lumper! El mayor descubrimiento de la hominidad está apunto de inscribir a los Cetheus en los libros de los Cronistas" Cogimos nuestras herramientas y nos dirigimos hacia el lugar. Sabía que mi padre no había dormido mucho ya que traía un plan en el que había estado trabajando, un plan que resumía sus anteriores descubrimientos con una cierta lógica, y ahora incorporaba nuestro descubrimiento.

Excavamos con cuidado en la pared y con cuidado pero seguros, comenzamos a desenterrar, no uno, si no varios esqueletos que parecían estar en posición fetal, sin lugar a dudas un ritual de enterramiento de la época. Al rededor de sus cuellos descubrimos un colgante ceremonial hecho de una sustancia dura y brillante ¡Con el mismo símbolo grabado! Esto era todo lo que necesitábamos para persuadir a los jefes de parar los trabajos y desenterrar el resto de un descubrimiento tan importante que, sin duda, nos daría respuestas de civilizaciones pasadas en Atys. La teoría de que todos los homins tenían un ancestro común era de mi padre. Pero luego el desastre golpeó...

Continué excavando mientras mi padre garabateaba frenético sus notas y esbozos cuando golpeé contra un hueco en el lateral de la pared. Escuché un horrible crujido que venía desde el interior, mi padre miro arriba con horror y comprendió lo que estaba sucediendo... Lanzó sus notas y me cogió con sus grandes manos y literalmente me lanzo a través de la estancia hacia la entrada

Hubo un horrible estruendo, lo último que vi fue a mi padre cogiendo el colgante cuando la pared entera se derrumbó y el techo cayó sobre él. Desesperado estire el brazo hacia él cuando noté que estaba siendo sujetado por dos Trykers que me sacaron de la cámara y probablemente salvaron mi vida.

Era muy joven para que mis palabras tuvieran algún efecto en el orgullo ignorante de
Bravichi, el cual siempre lamentaré hasta el final de mis días. Quería fervientemente que el
genio de mi padre fuese reconocido y sentía que se lo debía por recuperar la prueba. Por desgracia los Refugios de las Raíces Primarias fueron sellados por los Karavan tras el Resurgir y un comienzo fresco para los homins en las nuevas tierras empezó. Veo mi propio final acercarse. No puedo unirme a él en su ultima morada, pero me gustaría mucho volver a ver la prueba que honraría la memoria de mi padre.

Last edited by Tupuna (5 years ago)

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