En algún lugar de Atys...
Hace unas temporadas, vi a papá por primera vez. Vino a verme a casa de mi ama Canillia cuando ella no estaba. Golpeó la puerta hasta que alguien le abrió. Yo no sabía quién era aquel fyros alto con la cara horriblemente quemada. Miró por todo el piso hasta que se topó con mi cara, mientras yo me escondía como podía detrás de unos cojines con la abuela Lea. Golpeó con el puño a uno de los criados que intentó intervenir y me cargó a la espalda como si fuera un saco de mercancías. Mamie Léa protestó y él la calmó gritando que yo era su hija y que me dejaba marchar. Entonces huyó, conmigo a cuestas, mientras los guardias de Yrkanis nos perseguían..
Su hija. Mi padre.
Pero no, de hecho.
Una vez que consiguió perder a los guardias en el bosque, me bajó y me sonrió. Una sonrisa triste. Puede que su aspecto diera miedo, pero cuando vi esa sonrisa, supe que no me haría daño. Entonces me habló. Me contó todo.
Su mentira. Sobre mi descubrimiento por los montaraces en el camino de Oflovak, no lejos de Silan, sobre su plan con Galdor para hacerme creer que era su hija y manipularme para espiar a los Matis, sobre su remordimiento desde entonces. He llorado, he gritado, creo que incluso le he insultado. Sin embargo, años de adoctrinamiento en Ore Altae me habían enseñado a contener mi rabia. Pero fue entonces cuando supe que podía dejarlo salir todo. Y eso me sentó bien. Y para él también. Entonces me miró por última vez y dijo algo que nunca olvidaré:
"Has cumplido tu deber con Honor y Disciplina. Ahora que conoces la Verdad, es justo que seas libre al fin. Así que vete, Be'Lauren. Toma el camino que quieras".
Así que elegí. Y aquí estoy entre vosotros, queridos amigos, en Sombres Rives, libre por fin para seguir mi propio camino....
Hace unas temporadas, vi a papá por primera vez. Vino a verme a casa de mi ama Canillia cuando ella no estaba. Golpeó la puerta hasta que alguien le abrió. Yo no sabía quién era aquel fyros alto con la cara horriblemente quemada. Miró por todo el piso hasta que se topó con mi cara, mientras yo me escondía como podía detrás de unos cojines con la abuela Lea. Golpeó con el puño a uno de los criados que intentó intervenir y me cargó a la espalda como si fuera un saco de mercancías. Mamie Léa protestó y él la calmó gritando que yo era su hija y que me dejaba marchar. Entonces huyó, conmigo a cuestas, mientras los guardias de Yrkanis nos perseguían..
Su hija. Mi padre.
Pero no, de hecho.
Una vez que consiguió perder a los guardias en el bosque, me bajó y me sonrió. Una sonrisa triste. Puede que su aspecto diera miedo, pero cuando vi esa sonrisa, supe que no me haría daño. Entonces me habló. Me contó todo.
Su mentira. Sobre mi descubrimiento por los montaraces en el camino de Oflovak, no lejos de Silan, sobre su plan con Galdor para hacerme creer que era su hija y manipularme para espiar a los Matis, sobre su remordimiento desde entonces. He llorado, he gritado, creo que incluso le he insultado. Sin embargo, años de adoctrinamiento en Ore Altae me habían enseñado a contener mi rabia. Pero fue entonces cuando supe que podía dejarlo salir todo. Y eso me sentó bien. Y para él también. Entonces me miró por última vez y dijo algo que nunca olvidaré:
"Has cumplido tu deber con Honor y Disciplina. Ahora que conoces la Verdad, es justo que seas libre al fin. Así que vete, Be'Lauren. Toma el camino que quieras".
Así que elegí. Y aquí estoy entre vosotros, queridos amigos, en Sombres Rives, libre por fin para seguir mi propio camino....
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Servante en formation chez les matis d'Ore Altae et espionne pour le compte d'un fyros grincheux.