Lore & Chronicles


Cuentos y Leyendas de Atysmas

Cuenta contada por el Cuentacuentos Lutrykin - Asamblea de Narración de Cuentos Atysmas en Jena Año 2591 (2016-12-26)

El gorro de Eukise
O porque las monturas mektub llevan gorros rojos para Atysavidad.

Hace muchisimo tiempo, en las Antiguas Tierras, antes de que Coriolis o Zoran sean fundados, cuando los homines vivían en pequeños pueblos, había una joven chica fyros que vivía en un pueblo del Desierto.

Esta joven chica, que se nombraba Eukise, era huérfana y fue elevada por el pueblo entero en honor de sus padres.

Había estudiado mucho y mucho conocía sobre las fibras diversas que se podía cosechar en el desierto, y cómo peinarlos, e hilarlos para la cadena y la trama.

Eukise conocía todo, también, de las diferentes tinturas con las cuales colorear las fibras, cómo prepararlas y cómo combinarlas. Creaba varios nuevos tintes.

Sabía también tricotar todo tipo de trajes, calcetines y guantes y chalecos y gorros y los fabricaba en todos los colores que sabía crear.

Así como estaba muy ocupada a hilar y a teñir y a tricotar, no tenía mucho tiempo como para hacerse amigos.

Cuando encontraba poco tiempo para intentar acercar a otros niños del pueblo, éstos la señalaban con el dedo y se reían, y decían: " Kise, Kise, sin meado te quise. "

Así como todos lo sabemos, el meado del yubo es un ingrediente esencial para la buena aplicación de las tinturas. Sin embargo, los niños pueden ser muy crueles.

Un día, Eukise puso a punto una receta de tintura que era de un rojo tan brillante como si brillaba con luz propria cuando fue pintada sobre la fibra de anete.

Confeccionó un gorro de fibra de anete rojo brillante, se lo puso en la cabeza y se fue a mostrarlo en la plaza del pueblo. Pero los otros niños se burlaron de ella, diciendole que el sombrero brillante iba a atraer solamente a los depredadores.

Atysavidad era próximo, sin embargo, y todos los niños esperaban con impaciencia los regalos que el Padre Atysavidad les aportaría.

Al preceder la noche a Atysavida, la chica rezo y se acurucó en su cama para dormir hasta la mañana. Una tempestad de serrín se levantó y el viento sopló mucho, pero su choza era sólida y no tenía miedo.

Mientras que comenzaba a dormirse, alguien llamó a la puerta de su choza. Eukise se envolvió en una manta y fue a abrir.

Era el Padre Atysavidad en persona. Detrás estaba su montura mektub y su cortejo de mektubos de albarda, completamente encargados por regalos. Eukise podía apenas distinguirlos a través del serrín.

" ¿ Eukisse, me prestarás tu gorro brillante? El serrín es tan denso que me hace falta más luz para conducir mi mektubos y poder distribuir los regalos. "

Claro, Eukise fue feliz de dar este servicio, pero el Padre Atysavidad fue decepcionado. " Haría falta que tuviera uno para la cabeza de mi montura. Éste es demasiado pequeño. "

Como un rayo, Eukise se coge sus agujas y tricotó el hilo brillante tan rápidamente como podía. En menos del tiempo que hace falta para decirlo, había tricotado un gorro a la talla querida, gorro que brillaba en la oscuridad debida a la tempestad de serrín.

El Padre Atysavidad entregó todos sus regalos esta noche, gracias al gorro brillante. El último regalo fue para Eukise: un nuevo par de agujas de hacer punto, los más chispeantes que jamás hubo visto.

Desde entonces, cuando vuelve Atysavidad, las monturas mektubos lleven gorros rojos para recordar la noche cuando Eukise salvó al Padre Atysavidad con un gorro rojo.

Epílogo: Los niños del pueblo jamás la invitaban a jugar con ellos. Los niños pueden ser crueles.
Sin embargo, Eukise se casó por fin a un bello homin que había sabido ver sus talentos aunque sea apenas popular, y fueron conjunto feliz durante toda su vida.
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