EVENTOS


Velada a los Cuentos de Atysmas

El poder de la Goo

Un cuento karavanero

¡ Amigos, escuchen mi historia !

En este tiempo, los homins aún no estaban al tanto de los Kamis. Sin embargo, los Kamis existían y se observaban Atys, esperando su momento. Jena todavía era el Kami Supremo.

Así, uno de ellos estaba mirando a los homins. Se instalo discretamente en el centro de un pueblo fyros y había tomado la apariencia de un brocal de pozo. Cada mañana, una joven homina venia sacar un cubo de agua para preparar el primer almuerzo. Fue llamada Ulynarus, y el despertar la ponía de buen humor. Mientras tiraba de la cuerda fijada al cubo, cantaba canciones infantiles, sencillas, con una voz suave y cálida, que le turbó profundamente al kami. El estaba esperando este momento del día, con más y más impaciencia.

Una noche, un joven comerciante ambulante llegó a la aldea. Encantador y todo cubierto por el exotismo de su actividad, engaño fácilmente a la hermosa Ulynarus. Su canto matutino se hizo aún más profundo y feliz.

Durante tres días y tres noches, Ulynarus se quedo al lado de su príncipe, sorda a las advertencias de su séquito, viviendo en un momento de intensa felicidad. Cuando se fue, ella quería seguir con él, pero él, con una palabra asesina, le explicó que no la quería. Él amó la la soledad, y cambiar de homina en cada pueblo. La agradeció por los buenos momentos que pasé en su compañía, asegurándola que se guardaría un imperecedera memoria, se despidió, y se fue sin mirar atrás.

El entusiasmo de Ulynarus se murió. No más canciones en la mañana cuando iba a los pozos. Los amigos y la familia trataron de consolarla, y dijeron que el tiempo arreglara las cosas. Otro homin un día podía llegar a reemplazar este amor perdido. Todos en el pueblo era cierto, soló se tenia que esperar con paciencia.

Pero el kami no sabía nada de eso. Al final de un par de días sin cantar en la mañana, él trató desesperadamente de comprender lo que había sucedido. Escuchando las conversaciones, espiando a la guapa, más que nunca, finalmente comprendió.

Una mañana, el brocal del pozo desapareció. Volando a la velocidad del fuego empujado por el viento, el kami encuentro rápidamente a nuestro comerciante, responsable por el silencio de Ulynarus. Invocó su poder de muerte y lo tiró sobre el pobre homin. Comido desde el interior por la primera manifestación de la Goo, el seductor se volvió loco e incoherente y murió a los pocos días.

Enterándose de eso, Jena entró en un profundo enojo.

"¿Que es eso? Les dejo con grandes responsabilidades, las de cuidar de Atys, y les dí los medios para hacerlo ¿Y con eso, que hacen? En lugar de proteger, destruyen ¡No son dignos de este poder! "

Ella retiró el poder de la muerte a los kamis y lo tiré lejos, al fin de tratar de eso mas tarde. Quería desterrar este pequeño kami, pero él fomentó un revuelta, y tomó el poder. Jena tuvo luego pedir ayuda a la Karavan. Pero todo esto es otra historia.

Sepáis que así nació la Goo, la gran plaga de Atys, y Ma-Duk.

Y, para aquellos que se preguntan qué pasó para Ulynarus, ella se consolaba rápidamente, y tenía una vida feliz en su pueblo, casado con el homin venido para reconstruir el brocal del pozo. Su canto en la mañana resonó por décadas.

Amigos, así se acaba mi historia.
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