Mientras que el ataque en Yrkanis todavía estaba en todas las mentes, panfletos comenzaron a circular en la ciudad. En cada uno de ellos, se podía leer estos cuartetos que una buena escritura había meticulosamente copiados.
Panfleto
Stevano en su juventud,
Indiferente a la plebe,
Con sus hermosos juramentos de efebo,
Encantaba a la antigua nobleza.
Pero, desde el principio de su reinado,
Desgraciadamente, Su Alteza,
Continuamente, fue violando
Cada una de sus promesas.
Durante demasiado tiempo, toda su Corte real,
Ignorando su debilidad,
Por respeto a la Reina Madre,
Esperaba que se desaparezca.
Sólo la élite de la selva,
Consideró que la sabiduría
Fue mala consejera,
Y salió de su pereza.
Así, los Herederos
Reclutaron de tomo y de lomo,
Asesinos y mercenarios,
Usando de su riqueza.
No hubo más retiros,
Ni fronteras, ni fortalezas,
Allí donde la carne de los estetas,
No sació a los ragús.
De los Matis, ella no descanso,
Para invocar la savia verdadera,
Al separarse de la cizaña,
La buena semilla de la Diosa.